El régimen democrático es una empresa que exige grandes
habilidades de comunicación a todos los que quieran tener un papel protagónico.
Un político que no domina el arte de la oratoria tiene pocas
posibilidades de ganar una elección.
Para ser un comunicador confiado y competente debe dominarse
la técnica que permite crear un discurso que impacte y
decirlo de una manera cómoda e inolvidable.
Presentar ideas y debates en un entorno electoral es una especialidad de la oratoria que debiera ser dominada por todos aquellos que aspiren a un cargo de elección popular.
Sé que la oratoria es un arte que solo se
domina a lo largo de una vida, sin embargo quien propone candidatos a políticos debiera al menos garantizar dos objetivos:
- Mejorar la claridad y la seguridad de quien da un discurso para que sea efectivo en un ambiente electoral.
- Dominar una metodología para preparar y presentar discursos estructurados, poderosos y sobre todo, cortos.
Nos los merecemos quienes aguantamos sufridamente
cientos de minutos de medios masivos con sus voces durante las campañas.